TANTO tiempo de dudas, incertidumbres, idas y vueltas... momentos en los que me sentía totalmente perdida, entre la espada y la pared, sin encontrar rumbo alguno. Con un terrible miedo a arriesgarme, llegué al punto en el que casi elijo la salida más simple y prometedora. Optar por lo seguro, digamos.
Tuve que hacer un importante balance de mi vida, mi forma de ser, gustos, aspiraciones, objetivos en la vida, pero nada estaba claro... todo parecía tan confuso. ¡Nunca hubiese imaginado que la decisión de elegir una carrera me iba a resultar tan difícil! Por más que parezca un poco superficial, yo la mayor parte de mi vida pensé que estaba completamente segura de lo que quería, pero luego surgieron vestigios con respecto a las diferencias entre lo que yo CREÍA que iba a ser mi futuro y lo que EN REALIDAD iba a ser. Todo un bardo. No va al tema.
Allí fue, cuando pude ver la luz! Sí, bueno, gracias a la ayuda por parte de muchos que poco a poco fueron haciendo hincapié en el análisis de mi persona, fui descubriendo una nueva esencia de mi ser, algo que siempre estuvo ahí, pero nunca fui capaz de descubrir, ni poner a prueba. Esa parte de mi que tiene una predilección especial por la lectura, el escribir sin escrúpulos ni pelos en la lengua, de decir las cosas tal como son, sin idas y vueltas; esa parte de mi que busca luchar por ideales contra la injusticia, la discriminación y el abuso del medio ambiente; esa parte de mi que quiere dar a conocer cosas lindas, alegres, pero también tristes y alarmantes a este mundo, con la posibilidad poder protestar y reclamar cuando haya que hacerlo por una buena causa... esa parte de mi que clamaba a gritos por salir, con ansias por ser alguien en este mundo y poder decir "ACÁ ESTOY, ESTA SOY YO, Y MI HISTORIA". Todo eso, hizo darme cuenta de que la respuesta siempre estuvo allí, tan simple, tan fácil. Decidí, que iba a ser periodista.
En fin, la moraleja de esto (porque todo en la vida nos deja siempre un refrán o algo para reflexionar) es que no hay que dejarse llevar por las simples cosas, pensar con claridad antes de tomar decisiones apresuradas (en ESTE caso puntual)... ver los pros y contras de las opciones que atinamos a elegir.. .y por último, CONFIAR, en que, en el caso de equivocarnos, no todo está perdido. Siempre está vigente la oportunidad de empezar de nuevo, y ese error a la larga o a la corta, nos habrá dejado algún aprendizaje, aunque en ese momento, llenos de ceguera por el enojo y frustración, no podamos distinguir.
Por eso... ¡tranquilidad! Si se nos presentan situaciones como ésta en la que nos mortificamos tratando de encontrar una respuesta y llegamos al punto en que, cansados, optamos por desistir y dejar que "todo fluya"... no debemos hacer más que dejar la mente en frío, NO DESESPERAR , y verán, que con el tiempo, todo tiene su solución, todo cierra, todo se arregla.
Es así, créanlo, y verán como de a poquito van a salir adelante.
¡Suerte con eso! Yo, por mi parte, feliz ya con esta carrera y metiéndole con todo al periodismo y comunicación social. Y la verdad... ¿quién sabe? Tal vez en una de esas me encuentren en algún canal televisivo, radio o diario prestigioso y pueda revindicar que he encontrado la verdadera pasión oculta en mi vida.
Soy Mc.
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