El puente tambalea a mi paso.
Vengo voy y vuelvo.
La brisa y mi prisa
se hunden en el recuerdo.
Aquella torre de risas,
sostiene el velo.
Aunque permanece torcida,
yo ya no amanezco.
Ya no, amanezco.
Y sin ser sal,
me conquistó su sabor,
su eclipse mental
esfumó mi dolor.
¡Qué tarde se hizo!
Partió hacia el este.
Un alma hecha añicos,
mi brújula que no obedece.
Intenté volar cerca,
pero rechazó mi calor.
"Te espero en otro cielo"
dijo sin pudor.
Y ya no veo su azul,
pero espero sea libre.
Que un mundo de Xul
Nos tropiece y él me mire.
Y él me mire...
Soy Mc.-
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